martes, 7 de septiembre de 2010

Playa de las Catedrales (2).Entre zamburiñas, percebes y mejillones

No hace falta decir, porque lo he dicho en muchas ocasiones, que somos dos enamorados del Cantábrico y regresamos allí siempre que podemos y el tiempo lo permite. En esta ocasión la visita al Cantábrico ha sido mas enriquecedora,  porque hemos llegado hasta Galicia y allí hemos redescubierto el Cantábrico más majestuoo y espectacular.
Sus playas, sus gentes, sus costumbres. A pesar de que la semana pasada ya se habían marchado muchos veraneantes, todavía quedaba algo de vidilla y ambiente. Eso sí, se olía ya a cierre de temporada, porque muchos establecimientos ya preparaban el cerrojazo y despedida hasta la próxima temporada.
No hace falta decir que comimos pulpo, preparado de diferentes maneras, zamburiñas exquisitas, ternera gallega excepcional. Pero los que mejor se han quedado grabados en nuestra memoria han sido los mejillones al vapor, los mejores que hemos probado con ventaja,  éstos si que son mejillones gallegos y no los que pretenden vendernos por aquí diciéndonos que son gallegos, cuando seguramente los han sacado de algún vivero de Pamplona o de Nueva Zelanda ¡quién sabe!.
En los restaurantes hemos encontrado un trato familiar y atento, un servicio diferente pero magnífico, y unas raciones estupendas. También hay que decir que se ve que los gallegos disfrutan comiendo y convierten  cada comida en un  momento de impresionante placer para los sentidos, nada comparable con otros placeres de la vida. Comida abundante y bien hecha.
En definitiva un lugar para volver en cuanto podamos, para seguir conociendo estas regiones tan estupendas.


2 comentarios:

Vivianne dijo...

Se me hizo agua la boca!!!!acompañado de una buena copa de vino blanco uhmmm mortales!!! a los que ustedes les llaman mejilllones acá en mi país se les conoce como ostiones, al horno con queso fundido un manjar exquisito, abrazos marinos!!!

unjubilado dijo...

¡Que hambre me está entrando!
Te has enterado de esta noticia?
El Camping Gavin, en Biescas (Huesca)... la puedes leer aquí.
Un abrazo