Este sábado pasado hemos celebrado en La Bernarda una reunión de amigos de la infancia de mi jefe, gran amigo y algo más. Nos juntamos dieciocho personas y aunque mi amiga Montse, que me ayudó a preparar el evento, y yo no éramos de la panda, nos lo pasamos muy bien.
Comenzamos a las doce del mediodía, con la paulatina llegada de los asistentes que iban uniéndose al aperitivo, con vermout casero, cervecita, buen vino y para acompañarlo unos boquerones fritos y mini cucuruchos de ensaladilla rusa.
A las dos de la tarde los voluntarios comenzaron a preparar las mesas en la terraza, mientras Montse y yo lo disponíamos todo para la comida: unas ensaladas de lechuga y cebolla con salmón y otras ensaladas de tomate con queso cabra, unas raciones de pelotillas, de chipirones fritos, gilitos (es receta mía, son mejillones de roca rellenos y fritos). Después de este picoteo inicial, comimos crujientes costillas de ternasco, cerezas de huerto casero buenísimas, tarta de mousse de chocolate y de queso con frutos rojos, todo regado con el buen vino de las bodegas Laus del Somontano, y para terminar café y chupitos para todos. O sea que volví a saltarme la dieta, con la consiguiente subida de la báscula esta mañana (¡horror!).
La juerguecita continuó por la tarde entre risas y carcajadas, recordando los entrañables tiempos, que siguen permaneciendo en la memoria de todos. Por la noche, cena ligera en otro bar de la localidad y final de evento con una emotiva despedida.
En vista del éxito de la celebración, se me ocurre que podríamos celebrar este evento cada año. Sería fantástico. ¡Gracias a todos los que vinisteis y volved pronto!
2 comentarios:
Ole, Ole, fiesta, fiesta
Me encantan los encuentros de amigos de infancia, yo cada vez que voy a mi Penco querido al sur de Chile me reuno con mi tropa, se pasa genial y claro lo tuyo con comida deliciosa, vinos y a echara rodar los recuerdos de niñez, nada mejor!!!!
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