jueves, 17 de julio de 2008

Luna....cuando te miro (relato)


Seguramente muchas veces te habrás quedado observando la luna y te habrán venido muchas imágenes a la cabeza. La luna tiene matices románticos y seguro que la mayoría de los pensamientos que nos sugiere, tienen que ver con los sentimientos.
Yo he pasado mucho tiempo mirándola, de eso hace muchos años, cuando me sentía sola, cuando necesitaba hablar con alguien, hablaba con ella y me suscitaba deseos, de esos que nunca se cumplen, me invitaba a soñar, sueños imposibles que quedaban tan lejanos como ella. Y yo me decía que sería maravilloso viajar a la luna, rozar su color nacarado y sentir la satisfacción de haber conseguido algo inalcanzable.
Pero en una ocasión, que viajé a la luna, el roce de su color nacarado me causó escalofríos, la oscuridad de su entorno me dio miedo. Lejos quedaron de repente todas esas ensoñaciones que me ocupaban largas horas, allá abajo en la tierra....y me senté a mirar, en un día de tierra llena, y la tierra me pareció preciosa, aunque lejana e inalcanzable; me trajo recuerdos, que hicieron saltar las lágrimas de mis ojos, que me sobrecogieron, porque pensé por un momento que jamás volvería allí. Y comencé a soñar con esa tierra maravillosa, que había perdido, al intentar llegar a mundos inalcanzables, que no me pertenecían. Y tanto deseé volver, que la luna, enternecida por el dolor de mis expresiones, me subió en su aura nacarada y me transportó hasta ella, de regreso a la tierra....a mi querida tierra.
Muchos años más tarde, un día de luna llena, me senté a observar la luna blanca y ya no soñé, ni deseé cosas inalcanzables. Había aprendido la lección, porque sabía que esos sueños, estaban a punto de cumplirse en cada minuto de mi vida.

4 comentarios:

Ligia dijo...

Es precioso el relato. Muchas veces tenemos que tropezar para poder aprender la lección, pero así es la vida. Un abrazo

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Una equilibrada mezcla de sueño y realidad. Un juego de contrapesos que ha marcado la buena literatura de hoy y de siempre. Un buen ejemplo el tuyo.

Hace dos días una tormenta cubría casi todo el cielo excepto precisamente el lugar en que la luna brillaba fiera, retadora. Me acordé de la imagen al leerte. Lástima no tener cámara en ese momento.

¿Existirán arcoiris selenitas?

Saludos.

Sofía Campo Diví dijo...

es posible que existan arcoiris selenitas, sería muy bonito. Un saludo y gracias a los dos por vuestros comentarios

Anónimo dijo...

la luna blanca y ya no soñé, ni deseé cosas inalcanzables. Había aprendido la lección, porque sabía que esos sueños, estaban a punto de cumplirse en cada minuto de mi vida.

Publicado por Sofi en 9:41