viernes, 11 de julio de 2008

Una vez más, La Zarcinera


Ayer estuvimos cenando en el restaurante La Zarcinera de Biescas, un estupendo plato de origen marroquí, que Anuar guisa estupendamente. Se llama "Tegine de ternera con ciruelas y almendras tostadas". No puedo contaros la receta, porque es secreto profesional, pero si que puedo decir que Anuar aprendió de su madre la exquisita manera de elaborar este guiso y, a la vista de los resultados, la madre debe ser una excelente cocinera, porque el hijo ha sabido trasmitir esta receta, con todo el encanto de la cocina Marroquí, con una presentación elegante, que invita a la degustación lenta y tranquila de este plato, que merece estar entre los mejores.
La Zarcinera es un restaurante para ir sin prisas y así, poder darle a nuestros paladares la oportunidad de saborear los platos y disfrutar de un ambiente relajado y tranquilo, lejos de las prisas y los agobios de las ciudades. Tanto Arancha, como Anuar son excelentes anfitriones y se desviven por darte el mejor servicio posible. Sus platos son siempre recién hechos ( por eso puede que tarden un poquito), y la cocina es de primera calidad (que nada tiene que ver con la comida rápida e insípida que se está dando en otros sitios). La pena es que les queda poco de estar entre nosotros porque se van a ir de Biescas y traspasan el restaurante. Ellos son jóvenes y quieren dar alas a sus iniciativas en otros lugares más propicios. Y es una pena porque en Biescas faltan sitios donde se pueda comer bien, y ellos lo hacen pero que muy bien. Pero somos así, nos dejamos escapar a la gente buena que lo hace bien, y no les damos la oportunidad que se merecen. Y es que, señores, la envidia es muy mala consejera y no deja libertad, para que gente que lo hace bien se desarrolle y triunfe.
Desde este blog propongo un aplauso para estos chicos, por lo bien que lo han hecho. Y si alguna vez alguien oye hablar mal de ellos, no les prestéis fundamento; son los envidiosos, que no consienten que otros triunfen y ponen zancadillas por doquier para que tropiecen y tengan que abandonar sus proyectos.
Os invito a visitar La Zarcinera antes de que se vayan , en la calle Preciados de Biescas, y tendréis la oportunidad de comprobar por vosotros mismos lo que os he dicho.

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