martes, 2 de septiembre de 2008

¡Adios Pedro!

Apenas sabemos nada de él, tan solo que su nombre era Pedro, Pedrito para los que le querían; que vivía en Sallent, donde era muy querido. En su semblante se veía que era una buena persona, que tenía unas ganas de vivir locas y un entusiasmo por las cosas que le hacía insuperable. Y esto lo sabemos quienes apenas le conocíamos, así que imagino la cantidad de cosas maravillosas que podrán decir de él, quienes le conocían de verdad.
Era compañero de habitación de José Luís, mi jefe, gran amigo y algo más, en el hospital donde ha estado ingresado recientemente. En lo poco que le conocimos supimos, que era alguien especial, y como tal lo trataban sus sobrinas, cuidando de él día y noche con una total dedicación.
Pedrito nos dejó el viernes pasado pero seguro que quienes tuvieron la ocasión de compartir su vida con él, guardarán su huella dentro del corazón por el resto de sus vidas.
Desde este blog, queremos manifestar nuestro sentido pésame por este hombre, a quien la muerte no quiso respetar las ganas de vivir.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello escenario el que aportas para iniciar el último viaje...

Vivianne dijo...

Palabras hermosas para un casi desconocido, pero como bien dices sus sobrinas reflejaban el amor por el, y ustedes lo descubrieron y brindaron su mano amiga, tienes una sensibilidad que hace notar los detalles simples de la vida, abrazos!!!

Leodegundia dijo...

Marchó como tendremos que ahcerlo todos, pero él deja un buen recuerdo incluso en personas que le conocían poco, eso da idea de lo buena personas que era.
Un abrazo.

celebrador dijo...

Vivimos en una cultura que oculta enfáticamente (por no decir que niega como gato panciarriba), el hecho mismo de la muerte

Anónimo dijo...

Siento mucho la pérdida...es un recuerdo precioso el que le envias....por otro lado, bienvenido José Luis...te hemos echado mucho de menos....