miércoles, 1 de octubre de 2008

Alguien quiere opinar (sexta parte del debate)

Garmo blanco ha querido participar en el debate.

El vuestro me parece un debate interesante, por eso me he decidido a participar. No obstante tengo que decir que, aunque vuestras opiniones me parecen buenas, no es esa la idea que yo tengo del amor.

Siempre que se habla del amor, lo normal es pensar en la relación entre personas; casi nadie se le ocurre hablar del amor de Dios. Entre otras cosas porque ¿alguien sabe si Dios existe? y si existiera ¿no tendría que dar más muestras del amor, que siente por las criaturas?¿por qué iba a permitir tanto sufrimiento alguien que se llama Dios amor?.

No entraré en esta línea. Me centraré más en la relación entre personas. Antiguamente se decía que amar era entregarse a los demás sin esperar recibir nada a cambio, lo cual me parece una gran barbaridad. Porque eso sería como infravalorarse. Y la base del amor, creo yo, está en amarse y respetarse a si mismo, valorándose en lo que se es. ¿Como vamos a dar amor si primero no lo ejercitamos con nosotros mismo?¿cómo vamos a dar todo nuestro espacio al ser amado, si no reservamos espacios para nosotros mismo?. Amar al otro no tiene por qué ser fustrante. Eso de renunciar a todo es obsoleto y machista.

A nuestros ancestros les interesaba que las mujeres renunciasen a todo, porque así las podían explotar por completo, consiguiendo mujeres sin ataduras. Ahora por fortuna hay más libertad en la pareja y las más jóvenes ya van sabiendo qué es eso de "participar con", de hacer las cosas en conjunto. Porque por fortuna ya van llegando tiempos en que esta dejando de confundirse el amor, con la conveniencia.

Amar no es renunciar a nada, sino participar con otro de un proyecto de vida en común, conservando cada cual lo que le define como persona y todas sus características personales. Las épocas de renunciar a todo por un hombre han llegado a su fin por fortuna(lo siento por ellos).

Hasta siempre: el Garmo Blanco

1 comentario:

Lamia dijo...

Lo de amar sin esperar nada a cambio es una burda falacia. Cuando uno ama, siempre espera ser amado.