domingo, 14 de marzo de 2010

Opinar y dejar opinar

Alguien tiene puesto en su blog que las opiniones son como los culos, que todos tenemos uno, pero yo me pregunto, si todos quieren opinar, pero no aceptan las opiniones de los demás, qué sentido tiene seguir dialongado. Es que, cuando opinamos, en el fondo queremos convencer a los demás de que nuestra postura es la correcta, pero según esto, todas las posturas son correctas, porque todos estamos convencidos de lo mismo. Entonces no se trata simplemente de tener la razón, ni de mantenerla a toda costa. Se trata de escuchar, no de hacer como que escuchamos, y de ponernos en la piel del interlocutor. Sólo así seremos capaces de entendernos.
Opinar no es malo.Independientemente de la vida que cada uno tenga y de sus problemas, podemos opinar libremente.
A veces hay gente , que se ensaña con sus congéneres por cualquier motivo, permitiéndose hacer comentarios machacantes, que violan la intimidad de esas otras personas, intimidad que, por otra parte, nada tiene que ver con su modo de pensar y mezclan las churras con las merinas en un intento desesperado de desacreditar al otro. Son personas que no saben dialogar, ni opinar, porque basan todas las opiniones en lapidar a los otros. A ellos es mejor obviarlos con sus comentarios destructivos, porque normalmente son personas, que nunca se miran en el espejo y que olvidan aquel viejo refrán que dice, que en todas partes cuecen habas y en mi casa calderadas. Y para desacreditar al otro utilizan argumentos tan insensatos como decir, mira éste lo que opina con lo que tiene en casa (siendo que las más de las veces no tienen ni idea de lo que los demás tienen en casa, pero lanzan el dardo envenenado que, con el paso del tiempo, termina clavándose en su propio tejado). Olvidan que todos tenemos algo en casa, incluso ellos.
Pero quien opina de un modo maduro sabe que las opiniones de los demás son tan valiosas como las de uno mismo; sabe que las opiniones de todos entrelazadas, pueden mejorar la sociedad si en el tira y afloja de la vida, cada uno somos capaces de ceder y prestar espacio a las ideas buenas de los demás.

4 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

¡a hacerle caso al Clinisbud!No siempre se puede opinar con libertad,esta la educacion(los que la tengan,que parece ser que no la tiene nadie menos el que se la pone como medalla)y la conveniencia y los condicionantes del entorno,laborales,sociales y otros.Y es que pedir los derechos cuando se tiene la losa de una hipoteca o una famila a la que mantener es un lujo que pocos se pueden permitir,aunque a otros se les infla el ego haciendose los martires.Cada cual puede hacerse el justiciero con las empresas de los demas,pero a ver quien es el agudo que lo hace con la propia...esclavitudes modernas.Por ejemplo,en los medios de comunicacion.¿es sensato informar por trapicheos de una compañia si esta tiene contratada publicidad en dichos medios?Al reves, hay que negarlo todo a pesar de la evidencia.

Fardacho dijo...

Sabes que soy el primero que hablo contigo y a veces no comparto tus opiniones o comentarios respecto a algunos temas, pero como muy bien dices esto no quita, para que respetemos el uno los del otro.

Pienso que todos mas que poder, deberíamos opinar, y que nadie tenemos la posesión de la verdad absoluta, por mucho que en ocasiones , todos queramos empeñarnos o incluso de manera involuntaria lo hagamos, en transmitir con nuestras palabras esa idea.

Opinemos, comentemos, hablemos y porque no discutamos. Siempre desde el respeto y aunque nos cueste, teniendo en cuenta que es nuestra opinión, en la mayoría de los casos muy subjetiva y generada por una serie de ponderantes que como seres humanos nunca podremos obviar. Sentimientos, amistades, cariño, afinidad...

Yo soy de los convencidos que en la inmensa mayoría de los casos la objetividad no existe, puesto que todos tenemos una forma de ser y unas creencias y convicciones que por mucho que intentemos , nunca quedan al margen a la hora de forjar una opinión.

Así pues, a mi modo de ver, teniendo en cuenta que absolutamente todos acabamos tirando de demagogia (apelar a emociones ,sentimientos, amores, odios, miedos, deseos... para ganar el apoyo popular) aunque sea de manera involuntaria a la hora de exponer nuestras ideas, puesto que eso es lo que recaba apoyos y beneplácitos, pienso que hemos de bajar un puntito el pie del acelerador, y si bien nunca consiguiremos que nadie acepte que la opinión de otro es mejor que la nuestra propia (en esta sociedad somos así de orgullosos), cuando menos si sería bueno para seguir discutiendo y que estas discursiones enriquezcan en lugar de empobrecer, que aceptemos que son tan legítimas como las nuestras.

Unknown dijo...

Me gusta,me gusta.Has tenido que soportar número no pequeño de despropositos y mal gusto,para iniciar una cruzada contra la mentira y la mala educacion.Aplaudo sinceramente esta fenomenal iniciativa ya que ello nos permite tener la esperanza de que nuestras opiniones(como nuestros culos)van a ser respetados.Que nuestras opiniones,intimidad y demás sensbilidades estarán muy bien protegidas.Ten por seguro que mucha gente de bien(dicese educada)se encontrará a gusto a pesar de tener opiniones diferentes a la suya(a mi me encanta ya que así vampirizo la preparación ajena).Ten la seguridad de que estás creando un espacio para nuevas y florecientes opiniones que quieren que se les respete.Ten por seguro que será una legion de gente buena que te seguirá,ya que los malos son los menos¿ó no?.Por favor,no seas grosera que no se llama culo,se llama pompis.Opinar,opinar malditos.Un abrazo a todos.

lola dijo...

se ha perdido el espiritu de pueblo, cuando las mujeres salian a la puerta de casa en las noches de verano para comentar los "cotilleos" del día,mientras los hombres se iban a la cantina para charrar y jugar al guiñote.
Ahora solo se habla de futbol, famosillos y politica, pero claro de politica menos, porque nunca se sabe quien tiene la antena enchufada.
saluditos.