Para suavizar los temas de estos días vamos a hablar de cosas curiosas que pasan por Biescas. Hace unas semanas dos clientes que paseaban a caballo por las calles de Biescas, se acercaron a La Bernarda y pidieron dos cañas por la ventana que comunica la barra con la calle. Este hecho no es habitual, aunque por los alrededores de Biescas si que suelen verse personas paseando a caballo, por eso aquel día cuando vimos a los jinetes de tal "guisa" no pudimos menos que dibujar una sonrisa en los labios y salir a contemplar el espectáculo, solo espero que después no les hicieran soplar.
Y es que, señores, tenemos clientes muy genuinos, como otros dos que nos visitaron la semana pasada y se sentaron en la terraza a degustar unas raciones, cuando de repente se puso a llover a cántaros, ellos ni cortos ni perezosos abrieron su paragüas con resignación y permanecieron así hasta que terminaron su consumición.
Nunca os he hablado de nuestros clientes, todos ellos maravillosos, y colaboradores. Digo esto porque suele ocurrir que, si vienen a la taberna en horario de agobio, a veces suelen ponerse ellos mismos las consumiciones, sobre todo en horario de copas. Hay cuadrillas de amigos que hasta tienen un delegado de copas, que es quien pone y apunta las copas de toda la cuadrilla, y son tan legales que se cargan las copas menos, que si las pusiéramos nosotros. Les encanta colaborar y es que, señores, en La Bernarda, lo pasamos todos en grande. Llevo tiempo intentando que también haya un delegado de lavavajillas, que se ponga a fregar, pero esto es más difícil...mucho más difícil. Desde aquí les quiero dar las gracias a todos ellos. ¡Sois estupendos!.
2 comentarios:
Bueno, Sofi, como en todos sitios, hay una de cal y otra de arena.Problemas de ruidos y cosas curiosas como éstas que cuentas. Así vamos pasando la vida. Un abrazo
DOY FE DE QUE ESO ES CIERTO, Y DE QUE ES PARTE DE LA MAGIA DE LA BERNARDA. GRACIAS A VOSOTROS POR SER ASI. NO CAMBIEIS SOIS UNICOS!!!!!!!!!
ANA Y NACHO
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