viernes, 12 de marzo de 2010

El relato de Emeteria, un ejemplo a seguir

Sidonio se acercó aquel día al auditorio, donde Emeteria dirigía una conferencia sobre como defenderse de los abusos , y se quedó petrificado cuando la oyó hablar en los siguientes términos:
"Luchar para acabar con las injusticias, es tarea de todos, pero ocurre a menudo, que pensamos, que nuestro pequeño grano de arena no vale nada. Pero no es así. Si conocemos alguna injusticia y no la denunciamos, nos convertimos en cómplices. A veces nos sentimos víctimas de alguna de ellas y nos preguntamos ¿vale la pena? ¿no será demasiado esfuerzo para nada?. La lucha nunca es inútil, al contrario, nos enriquece a todos.
En algunos momentos ese conocido "con la iglesia hemos topao, amigo Sancho" del libro del Quijote, nos impide seguir adelante en la lucha por lo injusto, en defendernos de los abusos que, muchas veces, infringen incluso representantes de la autoridad.
Pues bien, hay que defender lo nuestro, hay que defender lo justo y combatir las mentiras, aunque consideremos pequeños granos de arena esas actuaciones, que puede que no vayan a ninguna parte. Pero en ocasiones, estas pequeñas luchas, manifestadas en la vida diaria, dan su fruto y la verdad se impone. Pese a quien le pese.
Debemos denunciar las irregularidades en las actuaciones de personas, que debiendo dar ejemplo, abusan de su poder para pisotear las tranquilas vidas de la gente honrada. De esas gentes que se infiltran en nuestras vidas, intentando hacernos daño malformando nuestra imagen.
Si luchamos por lo justo, seguro que tarde o temprano, recibimos la recompensa de saber que se ha hecho justicia"
Sidonio, recordó algo que le había ocurrido a Emeteria y reconoció en sus palabras que ella tenía razón. Sufriendo en su propia carne una de aquellas injusticias, luchó y llegó hasta donde hizo falta, para que reconocieran que se había cometido con ella una atrocidad. Y aquellos dardos envenenados que le lanzaron , finalmente, no pudieron hacerle el daño que habían pretendido sus asaltantes.
Por eso se empeñaba en difundir que la gente luchara para combatir las injusticias. Que a veces los estamentos intermedios del gobierno no hacen su trabajo todo lo bien que debieran. Que hay que acudir, si es necesario, al ministerio del interior o al defensor del pueblo, que ellos si que hacen su trabajo con garantías, que protegen al ciudadano de quienes, abusando de su poder, exageran unas veces el cumplimiento de sus obligaciones, y para contrarrestar, en otras, hacen una enorme vista gorda, por alguna oscura razón.
Esto pasa en todas partes y este relato podría ubicarse en cada ciudad, en cada pueblo, en cada rincón donde viva gente. Las injusticias están al cabo de la calle y es obligación de todos nosotros, defendernos de ellas. A los representantes de la autoridad se les otorga la presunción de veracidad, pero esto no quiere decir que siempre tengan la razón. A veces, puede incluso demostrarse.
Emeteria lo sabía y por ello instaba a todos a defender lo suyo, porque pensaba que defendiéndolo, estaban defendiendo a muchos, que quizá nunca tendrían que sufrir un abuso parecido. Toda lucha tiene un premio, aún en el caso de las derrotas, la satisfacción de haber hecho lo correcto.

1 comentario:

Unknown dijo...

El hecho de que existan hombres malos es por que los hombres buenos no hacen nada por evitarlo.