martes, 12 de abril de 2011

Que los políticos viajen en burro

 Los parlamentarios españoles  y los eurodiputados viajan en primera, pero supongo que no será por ser ciudadanos de primera, sino por apropiación indebida de los caudales de las arcas públicas, a las que les ha salido un agujero importante que nadie es capaz de tapar. Y en lugar de dar ejemplo y ser los primeros en ajustarse el cinturón, se ratifican con  incomprensibles argumentos que justifiquen su actuación.
Algunos han llegado a decir que viajar en preferente es a veces más barato, porque incluye la comida; pues señores, viajen en turista y llevénse el bocadillo, que también saldrá más barato. O si no, que se lo pregunten a Hipólito Gómez de las Roces, el único político honrado que conozco, que se llevaba el bocadillo de casa a las sesiones del congreso, o comía de menú, costumbre  que nuestros políticos actuales no han practicado nunca.
Y no será tan malo comer de bocadillo, cuando el turismo que hemos tenido este invierno en la nieve, ha practicado esta costumbre en un porcetaje elevado de personas, que se han venido a esquiar con la fiambrera y los refrescos en la nevera, dejando los bares desiertos; esos mismo bares que la ley antitabaco ha jorobado con la nueva normativa.
Pero hoy no estamos hablando de bares, sino de políticos chupópteros, que se piensan que son de una clase superior y por ello merecen viajar en clase preferente, algunos en helicóptero, como L.Pajín, que en uno de sus viajes a Formigal, lo utilizó de regreso porque le salió una reunión, que le había sido avisada días antes (la de los controladores),pero a pesar de ello subió a pistas y nada más llegar tuvo que regresar a toda prisa a dicha reunión, eso sí, en helicóptero a costa del contribuyente.Como suponéis tampoco me refería a ella, cuando he hablado de las fiambreras.
Y es que puestos a derrochar, lo hacen todos, que para eso se creen  políticos importantes, aunque algunos de ellos sean casi analfabetos y no merezcan ni el salario minímo, el mismo con el que el presidente se creen que es posible subsistir en este país, pero que él se  gasta cada mañana antes de llegar al rellano de su casa.
Así que los nuevos políticos tendrán que hacer algo por este país, si quieren que les votemos, que lo tendrán fácil a la hora de recortar gastos. No podemos imaginar la cantidad de gastos innecesarios que pululan por los ayuntamientos, y por citar algún ejemplo, el de los teléfonos móviles a costa de los consistorios, que llevan los alcaldes y concejales, el dineral en cestas de Navidad,  etc. Empecemos por estas cosas que parecen pequeñas y que sin embargo pueden engrosar las  arcas, que buen falta les hace.
En cuanto a viajar, por mi parte de impuestos que pago todos los años, que viajen, pero que lo hagan en bicicleta o en burro, o como les pase por las parte más prominete del rostro, pero que se olviden de   tanta clase preferente y vayan ahorrando un poco, que ya les vale el morro que tienen, que se piensan que están en el poder, porque valen tanto
y no se acuerdan de que están allí porque el pueblo les ha votado, el mismo pueblo que puede derribarlos.