miércoles, 25 de mayo de 2011

Algo curioso sobre dos gaviotas: para hacer una meditación trascendente

A veces nos encontramos con cosas curiosas ante los ojos que despiertan  una carcajada en nosotros, muchas veces por lo inesperado que acabamos de presenciar.
Hace unas semanas viajamos a Galicia y en Portonovo, cerca de Sanxenxo, pudimos contemplar un grupo de gaviotas que revoloteaban sobre el puerto. Al cabo de un rato nos sorprendió que dos gaviotas comenzaron a perseguirse  con ademanes algo alterados; se posaron en el suelo y se picotearon una a la otra repetidas veces y durante un rato. Nosotros nos pregutábamos qué ocurría, porque a la vista estaba que aquello no era un cortejo nupcial, pero no sabíamos qué era.
Después de unos minutos nos quedamos boquiabiertos y soltamos una gran carcajada cuando por fin se descubrió el motivo de tal enfado. Una de las gaviotas, seguramente la más lista, se abalanzó y con su pico atacó el de su contraria y le sacó del buche un enorme pez, que casi abultaba más que ella. Estaba claro que ambas habían luchado por aquel pescado. Comenzamos a reír y a filosofar sobre el tema.
¡Será ladrona!_dijimos_ Pero luego pensamos que la  gaviota que arrebató el pez a la otra, es posible que fuera la dueña en realidad y que la primera gaviota se lo habría robado antes. No vimos el comienzo de la pelea, así que nunca sabremos la verdadera razón. Pero fuera cual fuera el motivo, la cuestión fue que la gaviota salió volando con su pez y la otra se quedó con dos palmos de narices sin saber qué hacer.
Esta historia puede sugerir cantidad de alegorías, a mí se me ocurren unas cuantas, pero os quiero dejar espacio para la imaginación y que cada cual  piense lo que quiera y saque sus propias conclusiones en una meditación trascendente.
( Y la cuestión es que a la vista de la foto, nadie diría que iba a pasar lo que pasó, la de la derecha es la que se llevó finalmente el pez)