Nadie contaba con ellos, grandes olvidados de los políticos. Grave error, porque estaban allí, reclamando sus derechos, gritando para salir del anonimato. En víspera de las elecciones, después de escuchar la palabrería mitinera de quienes aspirar al poder, no han podido más y han salido a la calle, para decir que no están contentos con la manera de hacer política de nuestro país.
Miles de jóvenes de todas las provincias se están manifestando en la que puede ser una manifestación sin precedentes para reivindicar una vida mejor ¿Qué se creían los gobernantes, que con un 43% de paro juvenil, los jóvenes iban a permanecer callados mucho más tiempo?¿Qué iban a permanecer quietos viendo cómo se derrumba su futuro, porque los políticos no dejan que tengan presente?
Lo importante es que no solo hay jóvenes, ya que les acompañan personas de todas las edades, porque es toda la sociedad la que está descontenta.
Y mientras tanto los líderes políticos siguen sumergidos en su verborrea sin sentido, haciendo promesas que no saben, ni pueden, ni quieren cumplir. Para los jóvenes ha llegado el momento de dejar de creer en promesas, para pedir soluciones reales a sus problemas.
Y mientras los políticos expertos y sabios de este país no saben por dónde les da el aire, ahí tenemos a estos miles de jóvenes dándonos un ejemplo de sensatez, coordinación e inteligencia, con sus premisas cortas pero contundentes y claras. Y como dicen ellos en alguna de sus pancartas "si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir"