Hoy estamos de celebración: este espacio ha cumplido la visita número 100.000 desde que comenzó su andadura.
Lo que empezó siendo un blog de relatos ha ido tomando poco a poco la forma de la reivindicación. Los relatos siguen teniendo vida, pero de otro modo, porque ahora estoy investigando detalles para la elaboración de una novela con fondo verídico, y ya se sabe que eso lleva mucho tiempo de investigación. De esta manera respondo a quienes me preguntan sobre los relatos, que siguen existiendo pero no en el ciberespacio, donde me dedico casi exclusivamente a reivindicar todo aquello que merece respuestas, todo aquello de lo que hay que hablar, porque, aunque muchos no quieran entenderlo, todos merecemos opinar y con más razón cuando se puede colaborar con esas opiniones a mejorar el mundo. Hay que hablar de las estafas, de los abusos, de las mentiras que a menudo nos cuentan quienes gobiernan. Todos debemos colaborar con nuestras opiniones, para conseguir un mundo mejor.
Lo malo es que mucha gente no lo entiende todavía, gente altiva que no permite otras opiniones diferentes, detractores de cuaquier opinión contraria a la suya, solo por hecho de serlo, mentes sucias que ven polémica donde no la hay y están dispuestos a irle a la yugular a cualquiera que ose hablar, utilizando como único argumento la prepotencia y la cobardía, casi siempre oculta tras un apodo sin cara y por lo tanto sin mente. A menudo me han preguntado por qué quité los comentarios de este blog, ahora ya saben que fue por ellos, inciscadores mercenarios de la palabra que como único argumento utilizaban el ataque directo, contra personas particulares que nada tenían que ver con el blog.
Éste es un espacio serio, por ello seguirá sin comentarios. Mucha gente me los envía al correo y se lo agradezco de veras, aunque no los haga públicos. Este espacio no es un espéctaculo barato y mediocre, es el esfuerzo de muchas horas de trabajo y como tal debe ser entendido, por ello seguirá sin comentarios públicos con el fin de que las mentes enfermas e incendiarias no puedan hacer daño.
Muchas gracias a todos los que me seguís día a día, ya que sin vosotros este espacio no tendría ninguna razón de ser.