domingo, 22 de mayo de 2011

Jugar limpio: última condición para merecer ganar


Estos días he recordado en varias ocasiones aquella película que se titulaba "Ben-hur" y sobre todo me ha venido a la cabeza esa escena de la carrera de los  carros, cuando todos luchan por la victoria. Y de esa escena lo que no se ha apartado de mi mente ha sido  cuando "el malo" con sus ruedas de pinchos intentaba destrozar el carro del contrincante, para que no pudiera llegar a la meta, en un juego tan sucio como ruin, sin darse cuenta de que él  no merecía la misma  victoria, que pretendía arrebatar a su contrario con artimaña tan maliciosa.
Lo malo es que estas escenas se han repetido en la vida real, muchos cientos de años después de la época a que se refiere la película. El mundo de la política pone de manifiesto a veces estas bajezas de algunos seres humanos, que impulsados por el miedo a perder, no escatiman esfuerzos en toda clase de argucias para amedrentar al contrario, haciéndole toda clase de perrerías para que no pueda llegar a la meta.
Yo pienso en esas personas incapaces de jugar limpio y me pregunto qué sentirán, si alguna vez llegan al poder o permanecen en él, si es el caso, después de haber echo tantas trampas y haber jugado tan sucio ¿Tendrán la conciencia tranquila?
Y lo más grave no es esto, sino que los líderes o partidos  que representan toleran tales actitudes, sin hacer nada por garantizar un buen comportamiento ético, posiblemente pensando en los beneficios que, hechos tan nefastos,  pueden reportarles.
¡Qué pena! que para algunos la "erótica del poder" se convierta en la "mafia del poder" donde todo está permitido con tal de ganar. Qué pena que para muchos el éxito en la política dependa de aberraciones tales como intentar  quitarse de enmedio a quien, con toda seguridad, merece el éxito mucho más.
Por eso desde este espacio deseamos que gane las elecciones el más honrado, el más ahorrador, el que piense en el pueblo, pero sobre todo, EL QUE HAYA JUGADO MÁS LIMPIO.
Yo creo que este pueblo se merece que le gobierne una persona justa, honrada y legal.