miércoles, 4 de mayo de 2011

Un buen candidato. Capítulo 2º: que se acuerde de los jóvenes

La principal carencia en materia política, no solo de este pueblo sino de todos los pueblos y  ciudades en general, son los jóvenes. Y esto no es una novedad, ya que la clase política pasa de ellos, casi podría decirse que por norma.
Y los jóvenes son los puntales de las naciones, los que las mantendrán en el futuro y por lo tanto alguien debería ocuparse más de ellos. En los pueblos están desapareciendo poco a poco, ya que tienen que emigrar  a otras autonomías o provincias con más posibilidades, en busca de estudios o de trabajo; en definitiva en busca de oportunidades.
Un buen político debe demostrar que coge el toro por los cuernos en materia de juventud, debe ser consciente de las carencias de los chicos, de sus necesidades, de sus sueños, de sus potenciales, para intentar dar salida a toda su energía, sin que tengan que emigrar para ser personas. Debe fomentar el empleo entre los jóvenes, para que tengan una continuidad que les dará bienestar. Pero sobre todo debe tener una preocupación por ellos, que abarque todos los elementos que los van a convertir en hombres y mujeres de bien: formación, ocio, deporte etc.
Si lo pensamos fríamente ¿qué posibilidades tienen los chic@s de este pueblo? Algunos responderán que las que hemos tenido todos, pero no se trata de eso. Dejarles que sobrevivan a su manera, no es la mejor manera de demostrarles que nos preocupan. El mundo ha evolucionado y la sociedad de bienestar es para todos y la merecemos todos: ellos también.
¿Qué posibilidades tienen al acabar sus estudios? ¿Y los que no los han terminado?
¿Qué alternativas lúdicas tienen? Podría hablar de un largo etc. y no terminaría, pero es problema de quienes se presenten a las elecciones, que tendrán respuestas a estas y otras muchas preguntas.
Pero que tengan en cuenta una cosa, ocuparse de los jóvenes no es habilitarles una sala para que jueguen a los marcianitos, o al ping pong, o al futbolín, o dejarles el polideportivo para que jueguen al fútbol, sino algo más....mucho más.
El mejor político será el que ofrezca mejores alternativas para ellos.