Una especie extraña de hongo apareció hace unas semanas junto al barranco del Sía. Su magnitud le diferencia del resto de los hongos, mucho más pequeños y discretos. Aunque sus matices amarillos le ponen en consonancia con el color de la primavera por este contorno, el blanco de la parte superior lo resalta en un extraño contraste con ella. El extraño pigmento negro de diferentes magnitudes y formas extrañas que le caracterizan, le hacen tan atractivo como inusual.
Dicen las gentes del lugar que apareció hace unos meses en donde está ahora, entre el camino del cementerio y el barranco, y que es único en su especie, pero que ignoran cuáles son las características de su evolución y no saben hasta cuándo podremos tener la oportunidad de verlo. Parece ser que pudiera tratarse de una especie procedente de la ladera mediterránea, muy duradera sobre todo debido a la crisis, y que sería practicamente imposible arrancar del lugar sin ayuda de varias personas o maquinaria al efecto, por no hablar del transporte, que no bastaría con unas cestas, como viene siendo habitual en estos casos, sino que sería necesario un camión.
De su nombre poco sabemos. Podría tratarse de un mediterraneum inmobiliaris cajis, poco visto en estas latitudes, pero que podría quedarse largo tiempo entre nosotros.
mediterraneum inmobiliaris cajis |
Sus dimensiones hacen que no pase desapercibido entre turistas y lugareños, que no entienden que una especie de tales magnitudes tan acordes con el paisaje, no haya sido estudiada por expertos medioambientales y ecologistas.
De seguir en el lugar, dicha especie podría utilizarse como reclamo turístico, que en estos tiempos de penuria falta nos hace que vengan muchos turistas.
En cuanto a las características del hongo solo podemos añadir que se trataría de una especie, probablemente no comestible, que, de ingerirla por casualidad, podría causar trastornos graves en el bolsillo de propios y extraños, debido a la extrema dureza y precio elevado de sus componentes. Estaría clasificado entre los más peligrosos porque debido a la crisis iría afincándose, haciendo que cada vez fuera más imposible hacerse con él.
Su ámbito de acción abarcaría bastantes metros, que quedarían dañados irremediablemente por su presencia, y convertidos en una urbanización cualquiera, campo de golf, o algo similar.
Nada más podemos decir al respecto, ya que se sabe poco de esta clase de hongo, que podría llegar a ser autóctono, si medios ambientales no lo remedian. Esperemos que algún científico se acerque al lugar en los próximos días, para que estudie el caso y nos indique cómo tratar algo tan inusual y cómo cocinarlo en el caso de que no fuera mortal.