El bautizo de mi nieta Isabel

El sábado 7 de Junio asistí a la celebración del bautizo de mi nieta Isabel. La niña estaba guapísima y se lo pasó en grande, aunque hubo un momento durante la ceremonia que se echó a llorar, seguramente porque se le estaba haciendo larga (pobrecita). En cuanto salió a la calle se le pasaron todas las penas y se dispuso a disfrutar como nunca; sin duda que ése será uno de los mejores días de su vida, aunque no lo recuerde.
Todas las personas que asistieron al evento se rifaban a la niña, que iba de mano en mano pasándolo en grande, jugando, comiendo, riendo. En fin que debió de terminar el día agotadita, pero aguantó hasta el final y en ningún momento hizo mención de dormirse, hasta que, pasadas las doce de la noche, su abuela Isabel la cogió para llevarla a dormir y cayó rendidita en la cama. Es mi primera y única nieta y, como a todos, se me cae la baba al verla, aunque, como me ve poco, todavía me llora cuando la cojo.
Tengo que decir que después de la ceremonia y de hacer algunas fotos, asistimos a una espléndida cena en casa de Gregorio e Isabel, los otros abuelos de la niña. La prepararon minuciosamente, para que no faltara ni el más mínimo detalle, desde muchos días antes. Salió todo perfecto y eso que llegaríamos a ser mas de cien personas. Desde aquí mi felicitación y enhorabuena para ellos, que se lo curraron a tope para que todo fuera un éxito y lo fue.
De primer plato degustamos unos sabrosos entrantes y a continuación cordero a la brasa, hasta un total de tres corderos y pico y chistorra, que comimos hasta no poder más. De postre una tarta de chocolate con helado rico rico. Para regar todo un buen vino de la casa, cava, licores y café.

Todo estuvo fenomenal y todos disfrutamos como nunca. Desde este blog quiero darles las gracias a Gregorio e Isabel (los abuelos)y también a Almudena y Oscar (los tíos por parte de madre), también a Ana y Toño (los padres)(Toño es mi hijo), que gracias a su esmero hicieron que pasáramos un día inolvidable. Quiero hacer una mención también a los vecinos, que colaboraron y echaron una mano donde hizo falta. A la mañana siguiente cuando se levantaron mis consuegros, comprobaron que ellos ya lo habían recogido y limpiado todo.

Desde aquí quiero brindar con todos vosotros porque este día sea para todos y sobre todo para mi nieta Isabel y sus padres Ana y Toño, el primero de muchos días felices de su vida. ¡¡¡Por ella, que la felicidad la rodee siempre!!.