La cabra siempre tira al monte

La cabra siempre tira al monte y como somos un poco cabras, no teníamos bastante con el Pirineo que nos hemos ido a pasar cuatro días al Cantábrico, dos días a Caravia (Asturias) y dos días a Isla (Santander). El Cantábrico es magnífico, por sus gentes, por sus paisajes, por sus costumbres. Siempre regresamos del Norte con una sensación de bienestar y con muchas ganas de volver.

Hacía muchos años que yo no visitaba Asturias, por eso nos decantamos por esta localidad que mezcla en su paisaje la montaña y la playa de tal manera que parecen siamesas. El clima ha sido fresco, ha llovido, y los cuatro días las nubes han viajado hermanadas con el sol. Pero a pesar de los pocos grados hemos disfrutado de playas preciosas. Después de pernoctar en Caravia dos días, nos fuimos a Fuente Dé, en los Picos de Europa, pero el día estaba muy nublado y llovía y, aunque subimos en la telecabina, una vez arriba no vimos nada de nada, solo niebla. Pero la excursión valió la pena. De ruta hacia Isla, nos detuvimos un buen rato en Santillana de Mar, un pueblo precioso y con un encanto que es una delicia para los sentidos. Ya de noche llegamos a Isla, población que ya conocíamos, y estuvimos dos días en el Cabo de Quejo, disfrutando de un mar bravo y furioso, que rompía sus olas con fuerza contra las rocas, y se fundía con ellas en una armonía perfecta, que provocaba un espectáculo digno de contemplar.
De momento se nos han terminado nuestros días de vacaciones, es verano y hay que trabajar a tope para preparar el agosto, pero seguro que regresaremos al Norte en cuanto nos sea posible. Y la siguiente vez nos toca ir a Galicia, así que prepararos gentes de Galicia....

(fotos de arriba a abajo: vista desde el teleférico de Fuente Dé, playa del Arenal de Moris (Caravia), calle de Santillana de Mar)