miércoles, 20 de mayo de 2009

Hacia la pradera de los jabatos

Llevo muchos años haciendo senderismo, casi tantos como años tengo, porque empecé de niña a trotar por el monte como las cabras. Pero nunca me había pasado lo que me pasó ayer.
Salimos mi amiga Montse y yo de excursión, con intención de subir a Escuer Alto, pero como era la primera vez que subíamos allí, no teníamos claro el camino, después de cruzar el barranco de Arás, por la zona de confluencia de los dos barrancos, nos confundimos y en lugar de cruzar el prado que había enfrente, que comunicaba con el camino que sube a dicho lugar, nos empeñamos en bajar un tramo y casi llegamos al antiguo camping.

No teníamos claro que el camino fuera el acertado, pero queríamos andar, llegar o no al lugar tampoco nos importaba demasiado. Pues bien, llegamos hasta la confluencia de dos pistas, una paralela al barranco (que era la acertada) y otra que se desviaba ligeramente hacia la izquierda en una leve pendiente. Pero se nos antojó que debíamos ir por esta segunda (hasta que volvimos, no nos dimos cuenta de un señal blanca y amarilla en forma de aspa, que nos marcaba que quizá esa pista no iba a ninguna parte).
El caso es que empezamos a subir por la pista equivocada y poco rato después nos encontramos con una sorpresa, la pista estaba alambrada con varias filas de alambre de espino, de tal manera que era imposible pasar, a no ser que reptaras como una culebra, deslizándote por debajo. Teníamos que seguir andando, darnos la vuelta en ese momento hubiera sido fustrante, así que reptamos y reptamos, pasando al otro lado. Era la primera vez que ambas veíamos una alambrada en una pista pública, que carecía de indicaciones de prohibición. Ignorábamos el motivo de tal hecho, aunque oyendo el mugido de unas vacas cercanas, supusimos que era para que ellas no pudieran pasar (cosa incomprensible porque con una fila de alambre hubiera bastado, dejando espacio para que los de a pie pudieran pasar sin peligro a lastimarse).
Seguimos caminando un buen rato y ese camino parecía no llegar a ninguna parte civilizada. pero el paisaje era bonito y eso nos bastaba.
Finalmente llegamos a una gran pradera, donde parecía que terminaba la pista. Esta pradera estaba llena de hocicadas de los jabalíes, así que la
bautizamos con el nombre de "pradera de los jabatos", lo de jabatos era porque habíamos visto huellas de jabatos, pequeñitas, acompañadas de otras enormes, probablemente de sus mamás.
Una vez allí, decidimos que era el momento de volver, ya que era tarde para investigar y podría hacerse de noche. No llegamos a donde estaba previsto, pero valió la pena, ya que las vistas que se ven desde allí, son preciosas. (Parece ser que nos quedamos muy cerca de Yosa)
La bajada transcurrió sin contratiempos. De nuevo llegamos al lugar de la alambrada, que volvimos a atravesar por el mismo sistema antes mencionado. Salimos al barranco, pero en lugar de atravesarlo por el agua, como a la ida, decidimos bajar hasta el camping por la pista.
Y todo iba bien hasta que....¡horror! .....No podía ser lo que veíamos...Una nueva alambrada en la pista paralela al barranco. No estábamos dispuestas a seguir reptando, así que la pasamos por el lateral izquierdo, que estaba barricado por un somier oxidado. Esto fue el colmo de los colmos. No entendíamos cómo en una pista pública, supuestamente transitable por personas, alguien se la hubiera apropiado a beneficio propio a su libre antojo.


En cuanto vea a uno de los forestales del pueblo les voy a preguntar el motivo de semejante atrocidad. Es posible que haya una explicación, pero mientras tanto a jorobarse los de siempre. Que yo sepa el monte es de todos y este tipo de alambradas deberían desaparecer. Para información de quienes las colocan recordaré que hay una cosa que se llama "puerta" que sirve para abrir y cerrar, para pasar de un lado a otro con suma facilidad, que hay muchas de ellas por las pistas del lugar y que, los senderistas cuando van al monte, pueden abrir y cerrar para transitar sin problemas. Porque que yo sepa, las vacas no saben abrir las puertas, con lo cual no se escaparían. pero igual estoy equivocada. Que alguien me lo explique.

1 comentario:

angelpito injurioso dijo...

He visto varios documentales en la tele sobre el tema de cerrar pistas publicas por la jeta.Una cosa es poner cuerdas de manera eventual pero lo de alambre de espino(que creo que incluso esta prohibido su uso)es algo que suena a fijo.Una estrategia habitual es hacer una nueva senda para que se transite por ella y para cuando la vieja se ha olvidado y cerrado de maleza, se cierra la otra, alegando que esta la hice yo y la publica es la otra.