Un año más la historia se repite. Las golondrinas han comenzado a hacer sus nidos y como si en sus genes estuviera escrito el lugar donde deben hacerlos, vuelven a hacerlos en los mismos rincones de siempre, aún a sabiendas (o quizá no) de que esos nidos serán destruidos algunas veces, si vuelven a hacerlos en esos mismos rincones.
Durante dos años vengo observando cómo la mano despiadada del hombre destruye los nidos, como si se trataran de simples alimañas. Pero ¿qué digo alimañas?, alimañas lo son sí, pero esos hombres y mujeres que año tras año se cargan los nidos de las indefensas golondrinas. ¿Es que acaso no saben la labor que éstas hacen por el ecosistema?.
Se apoyan en los argumentos más simples, sin pararse a pensar que no hay argumento posible, en ningún caso, que permita matar esos poyuelos de golondrina sin quedar impunes.
Pero permanecen impasibles años tras año.
Sin embargo llegará un día, cuando entre todos nos hayamos cargado el ecosistema, en que recordarán con nostalgia esos nidos que destruyeron. Pero será demasiado tarde, debieron pensarlo antes.
Durante dos años vengo observando cómo la mano despiadada del hombre destruye los nidos, como si se trataran de simples alimañas. Pero ¿qué digo alimañas?, alimañas lo son sí, pero esos hombres y mujeres que año tras año se cargan los nidos de las indefensas golondrinas. ¿Es que acaso no saben la labor que éstas hacen por el ecosistema?.
Se apoyan en los argumentos más simples, sin pararse a pensar que no hay argumento posible, en ningún caso, que permita matar esos poyuelos de golondrina sin quedar impunes.
Pero permanecen impasibles años tras año.
Sin embargo llegará un día, cuando entre todos nos hayamos cargado el ecosistema, en que recordarán con nostalgia esos nidos que destruyeron. Pero será demasiado tarde, debieron pensarlo antes.
1 comentario:
No es lo mismo tener golondrinas que tener golondrinos,y en sobaquillo aun menos.
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