Como ya os dije en su día, la semana pasada disfruté de cuatro días de vacaciones y quiero hacer un comentario sobre este viaje. En España hay parajes preciosos que son un regalo para la vista. Nuestro viaje tuvo un destino Cantábrico y creo que hicimos una buena elección, el motivo de esta elección fue un poco casual: la climatología, que la semana pasada era lluviosa en el Mediterráneo, pero lucía con un sol estupendo en el Norte de la Península. Y la verdad es que pudimos disfrutar de unos días soleados, con unas temperaturas que, incluso, nos permitieron caminar descalzos por la playa y mojarnos, eso si, tan solo hasta el tobillo. El Primer día pasamos la noche en la California en un camping de Soto de la Marina, en la provincia de Santander, y de ahí nos fuimos a Liencres, donde pasamos un día visitando calas y playas maravillosas en la Costa Quebrada.
Por la noche llegamos al Cabo Oyambre, donde permanecimos dos días paseando por su magnífica playa y descansando. A nuestro alrededor se extendía un paisaje bucólico adornado por vacas, caballos, corderos y unas praderas inmensas completamente verdes. Y para terminar el recorrido, el último día lo pasamos en San Vicente de la Barquera, un rincón precioso, pueblo de pescadores con espacios entrañables.
Un viaje que recomiendo a todos sin pensármelo dos veces. Ya veréis como os gustará.
Por la noche llegamos al Cabo Oyambre, donde permanecimos dos días paseando por su magnífica playa y descansando. A nuestro alrededor se extendía un paisaje bucólico adornado por vacas, caballos, corderos y unas praderas inmensas completamente verdes. Y para terminar el recorrido, el último día lo pasamos en San Vicente de la Barquera, un rincón precioso, pueblo de pescadores con espacios entrañables.
Un viaje que recomiendo a todos sin pensármelo dos veces. Ya veréis como os gustará.
(la foto está tomada en una de las calas de Liencres)
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