Como ya tenemos el buen tiempo a la vuelta de la esquina voy a seguir editando itinerarios para posibles excursiones. Nos vamos a ir al Dolmen de Santa Elena, en Biescas. Es un recorrido que nos llevará entre tres cuartos de hora y una hora y cuarto, depende de la velocidad al andar.
Para centrarnos iremos a la calle Mayor, justo hasta la Taberna la Bernarda (en el número 19), tomaremos la calle que hay a la izquierda de dicha taberna y subiremos por las escaleras que llevan al barrio de La peña. una vez allí seguiremos de frente hasta llegar a la calle de Fernando el católico, que es la primera con la que nos encontraremos, y seguiremos hacia la derecha, hasta llegar a una plazoleta que tiene una fuente. Tomaremos la calle que hay a la derecha de la fuente (justo donde está la carpintería Escartín) y la recorreremos hasta llegar a la calle de La Unión (justo perpendicular a la carretera de Gavín).
Justo enfrente de donde termina la calle La Unión, está señalizada la pista que lleva a Santa Elena, que es la misma que lleva hasta el dolmen. Subiremos por dicha pista durante unos minutos (la subida es fuerte al principio pero después de un rato se hace mucho más leve, así que no apurarse) y mientras contemplamos el paisaje procuraremos no perdernos, siguiendo siempre de frente. Pasaremos por dos puentes que cruzan sendos barrancos, uno con unos tubos y el segundo a modo de escalones. Encontraremos otras pistas que salen a la derecha, pero pasaremos de largo y seguiremos adelante por la pista principal, hasta que lleguemos a un cartel que señaliza claramente el desvío del sendero que lleva al Dolmen y a la Ermita, será el momento de dejar la pista y seguir por ese sendero a la izquierda.
Para centrarnos iremos a la calle Mayor, justo hasta la Taberna la Bernarda (en el número 19), tomaremos la calle que hay a la izquierda de dicha taberna y subiremos por las escaleras que llevan al barrio de La peña. una vez allí seguiremos de frente hasta llegar a la calle de Fernando el católico, que es la primera con la que nos encontraremos, y seguiremos hacia la derecha, hasta llegar a una plazoleta que tiene una fuente. Tomaremos la calle que hay a la derecha de la fuente (justo donde está la carpintería Escartín) y la recorreremos hasta llegar a la calle de La Unión (justo perpendicular a la carretera de Gavín).
Justo enfrente de donde termina la calle La Unión, está señalizada la pista que lleva a Santa Elena, que es la misma que lleva hasta el dolmen. Subiremos por dicha pista durante unos minutos (la subida es fuerte al principio pero después de un rato se hace mucho más leve, así que no apurarse) y mientras contemplamos el paisaje procuraremos no perdernos, siguiendo siempre de frente. Pasaremos por dos puentes que cruzan sendos barrancos, uno con unos tubos y el segundo a modo de escalones. Encontraremos otras pistas que salen a la derecha, pero pasaremos de largo y seguiremos adelante por la pista principal, hasta que lleguemos a un cartel que señaliza claramente el desvío del sendero que lleva al Dolmen y a la Ermita, será el momento de dejar la pista y seguir por ese sendero a la izquierda.
Un hermoso paseo entre bosques y barrancos nos deleitará la vista y el espíritu. Como ha comenzado el deshielo hay agua abundante y los barrancos están preciosos, incluso es posible encontrar agua en pequeñas cascadas que caen del monte, y a lo largo de algunos tramos del camino, nada importante que no puedan solucionar un buen par de botas tobilleras (las chirucas de toda la vida). A lo largo de sendero encontraremos leves desniveles y poco a poco iremos ascendiendo. Aproximadamente entre cuarenta y cinco y sesenta minutos después del comienzo de la marcha, llegaremos a la fuente de la silla. Un rincón precioso con un caño para beber y una piedra en forma de silla (bastante cómoda por cierto). Aquí encontraremos uno de los tableros que explican la flora, la fauna y la orografía del lugar, que están colocados a lo largo del recorrido.
A continuación seguiremos subiendo un poco y llegaremos al Crucifierro, una cruz recientemente restaurada, que señala el lugar donde cientos de personas murieron durante la guerra civil, (la leyenda dice que fueron tantas que el río se tiñó de rojo con la sangre), hay varias de estas cruces en diferentes lugares del Pirineo. Y poco después seguiremos el ascenso por el sendero, que se habrá vuelto algo (bastante) pedregoso durante unos pocos minutos y llegaremos a la explanada donde se encuentra situado el Dolmen de Santa Elena, un lugar precioso desde donde se ven unas vistas donde podemos apreciar el valle del Gállego al fondo y las montañas majestuosas que lo rodean.
Hoy lo dejamos aquí, pero en la próxima excursión nos acercaremos hasta le Ermita de Santa Elena, que está un poco más arriba. Espero que disfrutéis con esta excursión, yo la hago a menudo y puedo deciros que es gratificante desde todos los sentidos.
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