El número I de la revista "sálvese quien pueda" comenzaba con la siguiente introducción: " Queridos amigos: un mal día se nos ocurrió la diabólica idea de sacar mensualmente a la luz y publicar unos 'articulachos' sobre nuestra querida y distinguida Villa. Con esto no pretendemos hacer críticas destructivas, crear ideologías, ni herir la sensibilidad del lector. Nuestra finalidad pretende ser lúdica, que sirva para pasar un rato de ocio. Así pues, si alguno de ustedes se sintiera profundamente ofendido,rogamos acepten nuestras disculpas, así como nosotros aceptaremos y publicaremos su carta de quejas y reivindicación de sus derechos. Si usted quiere participar en el periódico, lo puede hacer enviando una carta con su artículo. Para que este pueda ser publicado debe cumplir los siguientes requisitos: nº de DNI y firma. Esta carta deberá depositarla en el buzón de correos de la Plaza del ayuntamiento. Destinatario Periódico 'Sálvese quien pueda'.
Solamente nos resta agradecerles su colaboración y desearles que pasen un rato agradable disfrutando de la lectura de 'sálvese quien pueda' "
Pero casi con seguridad que la mayoría de la gente no leyó esta introducción, porque de haberlo hecho los hechos hubieran seguido caminos muy distintos. Pasaron de largo por la primera página del periódico y centrados en la lectura de sus apartados olvidaron el aspecto lúdico, que tenía la revista y la mal interpretaron, sin dar opción a que siguiera adelante. La acribillaron a balazos antes de crecer, impidiendo que algo que podía haber sido importante, viviera para recreo de todos.
Es verdad que era una revista irónica, pero se sintieron ofendidos ('el que se pica ajos come' decimos en mi pueblo) y en lugar de participar a su difusión la censuraron e impidieron que siguiera adelante. Sería por eso que lo de la colaboración no funcionó tampoco,salvo en algunos pocos casos, y la gente, por miedo o por represalias no quiso participar. Algunas personas compraban el periódico a escondidas, baste esto como muestra, pero no lo admitían en público. Sería porque los caciques, que han gobernado desde siempre los pueblos, estaban ojo avizor para cercenar las alas de los que querían emprender el vuelo, y no consintieron con su actuación, que en Biescas se hiciera algo diferente, y lo que pretendían ser unas crítica constructivas terminaron destruyendo la ilusión de quienes estaban poniendo en marcha el proyecto, con lo cual la iniciativa de estos jóvenes quedó, como ellos mismos admitieron en el segundo número, en agua de borrajas.
Continuará con el artículo titulado 'New York New York' (no te lo pierdas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario