sábado, 12 de enero de 2008

Día tras día



Se mantienen aislado frente a la máquina, parece que está ajeno al mundo, mientras un extraño nerviosismo le recorre el cuerpo. Sus movimientos compulsivos hacen pensar que parece que le va la vida en ello. Y sigue frente a la máquina, no hay nada que lo detenga, ni siquiera el pensar que quizá va a perder su familia, sus hijos. Recuerda la mirada de esos ojitos, pero ésta no es capaz de detenerle. Y sigue frente a la máquina.
Luego, regresa a casa, como si no pasara nada, eso si, nervioso, muy nervioso; cuando le pregunta su mujer le dice que está cansado, que solo es cansancio. Y sigue como si nada, ajeno a todo, sin darse cuenta de que se está jugando la vida, la familia, los hijos. Y al día siguiente sigue frente a la máquina en un pertinaz aislamiento voluntario de la vida, de su vida cotidiana. Y parece no importarle nada. Ni su familia, ni sus hijos, ni esos ojitos mirándole.
Y de nuevo regresa a casa, pensativo, meditabundo y nervioso y vuelve a reprochárselo al cansancio, en un intento desesperado de no aceptar la realidad. Pero sabe que tiene un problema. Grave muy grave. Y al día siguiente vuelve ante la máquina, esa especie de diosa de su vida, a la que le ha entregado todo, hasta el último céntimo, hasta la última miga del pan de sus hijos, hasta la última mirada de esos ojitos. Y es incapaz de detener la brutal caída hasta lo más profundo de su miseria. y de nuevo regresa a casa.

Abre con cuidado la puerta, atraviesa el pasillo con intención de seguir echándole la culpa al cansancio, pero......su casa está vacía. Nadie le espera. Pero él, que dudaba que pudiera ocurrir esto un día, no quiere aceptarlo y baja corriendo a la calle y vuelve a ponerse frente a la máquina, para seguir derrochando lo poco que le queda de dignidad. Y así día tras día, porque un día se juró a si mismo que no tenía un problema.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito relato. Nunca me han gustado los juegos de azar y mi único dispendio es en la lotería de navidad, que por cierto hoy juego por tercera vez ya que me ha tocado el reintegro las dos veces anteriores.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

"pienso, luego existo. Y existo solo para amarte a ti" fue lo que le falto a aristotele :)
me interesaron mucho los articulos y
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exitos en este 2008! lleno de bendiciones y gracias por todo de antemano!

Leodegundia dijo...

El problema de la ludopatía es tremendo y detroza a muchas familias, además sólo se pueden tomar medidas cuando el ludópata admite serlo.
Un saludo