viernes, 18 de enero de 2008

Habia una vez un pueblo (Relato)


Había una vez un pueblo muy bonito en pleno Pirineo que era continuamente visitado por turistas de todas las partes, pero comenzaron a suceder cosas extrañas que paulatinamente fueron alejando a esos turistas. Una de ellas fue que se cerraron algunos restaurantes y, cuando venían, no podían comer, ya que los pocos que quedaban estaban repletos. Otra de ellas fue que las calles cada vez estaban cada vez más sucias, con cartones , que los ciudadanos y turistas tiraban al suelo, en lugar de buscar otro contenedor que no estuviera tan lleno. Por otra parte la dejadez del ayuntamiento que permitía tanta suciedad en las calles, no limpiándolas tan a menudo como hubiera sido necesario, solo contribuyó a aumentar el estado de abandono en que permanecían algunas calles. Solo había limpieza alrededor de las casas de unos pocos, no se sabe bien porqué.

Y pasaron los años y no se solucionaba el problema, así que los visitantes cada vez eran menos, hasta que dejaron de llegar, para ir a otros lugares mas limpios y acogedores. Como falló el turismo, tuvieron que cerrar muchos negocios, mucha gente del lugar se marchó a otros lugares, hasta que el pueblo se quedó completamente vacío y sucio...muy sucio.(Pincha en leer mas para ver el final)
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Cuento esto para que si hay algún rincón en el Pirineo que esté pasando lo mismo, lo intentemos solucionar entre todos, antes de que lleguemos a las mismas consecuencias. Cada cual pongamos nuestro grano de arena, colaborando en la limpieza y no tirando desperdicios a la vía pública, y el ayuntamiento, que no tenga tanto morro y que limpie mas a menudo, que a la hora de cobrar tasas está más avispado que a la hora de mejorar los servicios, y que recuerde que el pueblo no se termina a los cien metros del Consistorio, que sigue más...mucho más. Ah y para los suspicaces diré que los hechos son ficticios y que cualquier parecido con la relalidad es mera coincidencia.

2 comentarios:

JoseAngel dijo...

Tanta y tanta casa nueva y vacía... desde luego es preocupante. Habría que hacer algo para fomentar más el que los dueños usen esas casas. Ahora, que si viniesen de pronto todos a habitarlas, ahí sí que se iba a ver lo que vale un peine.

Abedugu dijo...

Me aprece una buena campaña, la gente tiene que darse cuenta de que un lugar limpio es mucho más agradable que uno lleno de basura.
Un saludo