viernes, 4 de enero de 2008

Pequeña (relato hiperbreve)



Lo he mirado todo a mi alrededor y de repente me he sentido pequeña, insignificante, como un minúsculo punto entre millones de puntos. He dado una vuelta por la senda de mis pensamientos y he vuelto a cobijarme en la cueva de las cosas secretas, aquellas que solo yo conozco, entiendo, amo, siento. Y he vuelto a sentirme pequeña, insignificante. Durante horas he caminado por la cueva, he sentido la humedad, el frío, la soledad,la noche, el miedo. Y he vuelto a sentirme pequeña, insignificante.
De repente se ha hecho de día, he salido de la cueva y he sentido el calor del sol en mi rostro, el viento del bosque acariciaba mi piel. He visto una ardilla cruzar deprisa el camino. Se ha detenido de repente y se me ha quedado mirando y luego a desaparecido por entre los árboles. He cerrado los ojos y he soñado que me fundía con esos árboles, que subía a la copa de uno de ellos y entonces me he sentido grande. He mirado a mi alrededor y todo me parecía pequeño e insignificante.
Pero los sueños no son eternos, son fugaces, apenas milésimas de segundo y he tenido que descender de las copas de los árboles para volver a sentirme pequeña e insignificante.

2 comentarios:

Leodegundia dijo...

En lugar de pequeña e insignificante siéntete sólo como lo que eres, una parte de la naturaleza en la que no importa el tamaño si no lo que de bueno pueda aportar a su entorno.
Un abrazo

Lamia dijo...

A veces el bosque tiene ese efecto... la naturaleza que nos rodea es tan apabullante que nos hace sentir pequeños puntitos.
Feliz Año Nuevo, Sofi.