Ayer tarde regresamos de nuestras cortas vacaciones post-puente. Hemos estado en Las Landas francesas, por la zona de la costa. Un lugar desconocido para nosotros pero, gracias a unos amigos de S. Sebastián que las habían visitado y nos las recomendaron, hemos tenido la ocasión de conocer una costa preciosa del sudoeste francés.
Llegamos desde Biescas por El Portalet hacia la carretera que lleva a Pau, contemplando unos paisajes maravillosos, y desde allí nos encaminamos hacia Bayona, punto a partir del cual comenzamos a ribetear la costa francesa y a contemplar kilómetros y kilómetros de playas de arena fina y abundante y de hermosas dunas. Dormimos la primera noche en Cap-Breton donde, a la mañana siguiente, nos dimos el primer baño. Por la tarde nos dirigimos a Moliets, donde permanecimos las dos noches restantes. Desde allí fuimos a visitar Un Lago situado en un pueblecito llamado León, una delicia de la naturaleza que nadie debe perderse, a ocho kilómetros de Moliets. Mañana os hablaré de este lago mas detenidamente.
Nuestra estancia en Moliets ha sido relajada y tranquila, a base de playa, paseos por la arena y descanso. Las Landas francesas tienen unos sesenta kilómetros de playa ininterrumpida, lo que propicia que este sitio no esté masificado y se pueda disfrutar del entorno en plenitud. La cultura de los franceses con respecto a sus playas es diferente de la nuestra, pero también muy agradable. Mañana seguiré contando algo más que hoy, con esto del retorno a la realidad y al trabajo, ando un poco agobiada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario